martes, 19 de julio de 2011

Ahora me toca odiar a mí ...


Existen cosas insignificantes que a veces desdoblan la realidad. Momentos, situaciones, acciones, pensamientos, ... cosas que parecen muy pequeñas pero pueden hacer mucho daño ... Momentos de tensión, momentos en los que parece mentira lo que está pasando. Cosas que no puedes crees, mejor dicho, que no quieres creer. 
Cosas simples, con fácil solución, pero que no se hacen. Siempre se intenta quitar la culpa, pero tú, ¿has hecho algo para remediarlo? o simplemente esperas a que la otra persona haga lo correcto, ¿que morro no? Pues yo te contesto, serias un gilipollas que piensa que no tiene que hacer nada a parte de esperar que la respuesta a sus problemas venga sola. 

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