martes, 17 de mayo de 2011

Yo: Tío muchas gracias por todo lo que haces por mí. Eres un gran apoyo. Otra vez mil gracias.
Él: Tío ya te he dicho que estoy para lo que necesites, que  no dudes en pedirme ayuda.
Yo: Ya pero tengo que agradecértelo y no sé como... Sabes me jode que me ayudes tanto y no pueda hacer nada yo por ti…
Él: No pasa nada tío ya te digo que para lo que necesites, que para eso estamos.
Yo: Lo mismo te digo, que puedes contarme todo lo que te guardas; como si quieres ir a hablar cuando sea, yo voy y estoy contigo, te escucho y hago lo que sea.
Él: Es que no tengo nada que guardar ese es el problema. Muchas gracias también.
Yo: Muchas veces piensas en cosas y te encierras; y no te rayes tu solo, que hables te desahogues. Hay veces que te veo demasiado ido…
Él: Ya pero en realidad no pienso en nada muchas veces, me quedo en blanco y es eso… Es que no se, apartarse del mundo es lo que necesito.
Yo: Pues mira me dices y voy contigo hablamos de cualquier chorrada de la que hablarían dos niños de 7 años, nos vamos de la realidad.
Él: Vale. Es que puta mierda de vida. Antes tener dinero significaba poder comprarte un caramelo y ahora por ejemplo... Muchas movidas. Todo se solucionaba con un por mi y todos mis compas. Que tiempos...
Yo: Si quieres puedo ayudarte.
Él: La vida era más sencilla antes.
Yo: Claro, no te preocupaba nada más que esperar a terminar de desayunar o comer para salir a la calle.
Él: Ya y estar con los amigos no significaba estar rallado o que te harían putadas.
Simplemente jugar, cansarte, dormir...
Yo: ¡Merendolas a lo grande!
Él: Joder que sí. Estoy condenado en esta vida a vivir en este puto mundo del que no me puedo ir. A veces me faltan ganas para repetir otro día más, la rutina se apoderará de mí.
Yo: No te preocupes mientras sepas que tienes amigos que estén a tu lado no tienes que preocuparte de estos. Si tienes que llorar pues, lloras; si quieres un abrazo, lo pides.
ÉL: Vale.
Yo: Pues ya sabes.
Él: Gracias.
Yo: Gracias te doy yo a ti por todo.

No hay comentarios: